El matojo del mundo queda enfermo por el eslógan y la política.
Las flores no retienen colores, el olor de la orquídia se congela ante tanta televisión.
Tus padres quieren que seas algo en el futuro para alimentar su ego, el colegio es una escuela para militantes de hacienda, el perfume del amor quedó carcomido por el lienzo disecado de la fama, y te han convencido que así creas que para viajar necesitas o centavos o vacaciones.
Perdemos la práctica de la escritura hermosa y al sacar punta al lápiz, practicamos recetas en el sexo y comemos bazofia precocinada, leemos a la biblia en forma de blog, citamos frases resabiadas de ancestros que no fueron mejores que nosotros, y nos vamos a dormir pensando o en el ayer o en el mañana.
Pretendemos ser intelectuales y olvidamos ser inteligentes, agudizamos ingenio a costa de perder esencia, y tachamos de felicidad la melodía del motor del mercedes que no tenemos.
Cuánta entrega a la fascinación de la mentira.
Solo abrir los ojos de una vez para derrotar al febril septiembre y a la cola del paro. Mortificar el sin sentido de una Tierra tan preciosa y tan abandonada, proceder a caminar con el emblema de la travesura y aboliendo la pena de muerte de nuestra ideología.
Y vivir, coño, vivir de verdad.
Salvar la vida de nuestro vecino igual que la de nuestro hijo, y sobrevolar a los favoritismos de una ciencia moderna acusada de amoral.
Dejar que esta fragata de supervivientes reconozca el valor de ser LIBRE, y abrazar la libertad como al bienaventurado amado en una noche de caricias y besos.
Y cuando al la mañana siguiente del elogio a la vida mi sudor sea gota de lirio en el amanecer de la nada, los hombres y las mujeres serán felices, y por fin celebrarán, si acaso, que ellos ya no son su nombre y que su espíritu nunca más florecerá en primavera.
La ola de mar será perenne todo el año.
D.
Ole! ..yo voy a intentar surfear esa ola si la encuentro entre el mañana y el ayer. ;)
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