viernes, 1 de enero de 2010

Ganas de lloverme

No me importaría quedarme sentada un poco más de tiempo mientras la llovizna invernal remoja lo que queda de estación.
De este invierno y de esta calle, eso es lo que queda de mi refugio.

El recuerdo se encarcela a si mismo y la gota que cae del cielo me saluda y cae estrepitosamente sobre las lugareñas casas de esta hermosa avenida.

Es hora de abandonar al recuerdo estridente y el alarido del cuervo que sobrevuela Kerala.La línea que me separa de ti es liviana y medio transparente, como la línea de la ola de mar que se dibuja en la arena que a veces la ves y al siguiente latido ya no está.

El supremo verde del arrozal queda impregnado en mi olfato, el verde huele a ácido despertar entre la realidad y el astro que parpadea en las noches púrpuras.

Postrada en el cemento enmudezco la salvación y recojo de nuevo otra vez los pensamientos. Reviso mentalmente lo vivido, hago una criba especulando y jugando a no acordarme muy bien del todo de todo, es una selección minuciosa, escrupulosa y barro con las cerdas de una escoba a veces lo que estuvo bien, a veces lo que estuvo mal.

Y ahí, en el infinito aún sigue lloviendo...pero la lluvia no es capaz de estropear lo que vi... porque lo astros, aunque presuman majestuosamente de ser astros no saben que yo soy más nube que luna,


...o que sol.


D.

2 comentarios:

  1. Amb molt de retard, que fa dies que no m'actualitzo, Bon Any, estimada senyoreta Dima.

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  2. Igualment... bon any i bons posts!!! un forta abraçada (en cara que sigui cibernètica!)

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