jueves, 10 de junio de 2010

28/03/09

Teresa Martín Taffarel i el grup d'escriptura Tànit.

ESPEJO

De muy niño mi primer espejo fue la luna.

Espejo en la penumbra del zaguán
entre la muerte y la vida
se revuelve contra sí mismo
debatiéndose entre la plata pura
i los soñolientos destellos de la vida.
Perezco buscando su reflejo
mas no hallaré mis estar
y me perderé engañado.

Frente al espejo, transcurre el silencio.


ATARDECER

Al atardecer el patio cogió un color anaranjado, imitando el horizonte.

Me da tranquilidad.
Recogimiento y reposo,
descanso momentáneo, lugar tranquilo.
Me deja recordar cosas que el día no me deja.

Al atardecer el patio cogió un color anaranjado, imitando el horizonte.

En el pozo de mi patio se ahogó mi esperanza joven.


LUNA

Asomaba su palidez entre las aguas
salpicada de sombras azuladas.

Tirana dela luz en la niebla ajada.

Mi candil de luna alumbra
mi umbral oscuro,
preñada en nocturnos velos
de femeninos desvelos.

Tirana de la luz en la tiniebla ajada.
Asomaba su palidez entre las aguas.


PONIENTE

Donde el sol y la tierra se confunden...

Se va el atardecer entre mis recuerdos ciegos,
y tú deslumbras mis entrañas como si lloviese barro
encima de mi cama.
Imagino que amaneceré antes del olvido.
Vivo de repente, como un recuerdo perdido.

Trabajos y pesares,
sueños y alegrías
se hunden en poniente.

Tú no estabas. Yo la miraba.
Y en ti pensaba.
Con la noche se fue,
tú desapareciste, yo soñé.


Trabajos y pesares,
sueños y alegrías
se hunden en poniente.

Donde el sol y la tierra se confunden...

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