Hay un prisma que envuelve la luz... rodea una circunferencia espectral, para que a su paso cada onda refleje un sonido pétreo... de esos que encogen al corazón.
El cristal de reyerta, la niña dormida, el ventanal indefinido...
El rastro de la luz es envolvente y pregona cierto fastidio a la sombra, la luz luce lo que la sombra discreta esconde.
Y a la oscuridad no le falta de nada, y a la sombra no le sobra el tiempo ni el espejo.
Hoy me siento luz intermitente, de brillo excusado, y me falta toda la sombra y el tiempo del mundo.
Déjame el sombrero, el del ala ancha "pa muchas veces no ver las cosas que ver no quiero".
D.
Chinata chinata!!
ResponderEliminar