sábado, 4 de octubre de 2014

Hay algunas personas, no las abundantes, solo algunas que son la felicidad.
Éstas sintetizan desde sus corazones la paz y la armonía que precede a sus sonrisas.
Mi abuela era la felicidad.

Son personas que ensombrecen la feracidad y la vileza de manera delicada y silenciosa. Solo una gran onda de color desprenderse de su filarmonía lo que tiñe de verde turquesa el negro rojo de los días del hoy.
Son persona preciosas, que siempre embellecen la vida del otro, con un decorativo e infrecuente mal humor que les cae muy bien. De intelectualidad permisiva y permeable.

No rechaces la locura del amante...
El amante es ése que adora las palabras bellas. No quiero ni "cloaca" ni "congruencia". Prefiero "melancolía" o "pereza", prefiero las personas, no las abundantes, que son la felicidad.

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