miércoles, 27 de octubre de 2010

Enta biladi.


Refiriéndome a la nada,
y reprimiendo flechas del camino,
hay un políglota que me espera,
desenvaino algo tan sencillo como mi boca y su sonrisa,
pásame la herida, lamentaré el verso hoy por ti:


Parlamos dos colillas que se consumieron en el pasado,
dos manos que eran comisarias, se detuvieron y se esposaron.
No me pidas más, amor, la rosa que no te tengo,
no me pidas mi viento y mi furia,
solo permite que este Corán de perdedores conmueva a la tiniebla.

Noche en vela yo te aguardo, y te abrazo mientras lloras,
y te mudo la piel con el olor de la derrota... así mi miseria alcanza tu pena
y se consuelan mútuas ellas, groseras... amantes.

Mas no me pidas la rosa que no te tengo,
deja ordeñar a la ubre el viento que te ha robado el tiempo,
deja al arbusto crecer para que la rama toque el cielo,
deja las cosas mal puestas, en su sitio... deja que cada cual lea su libro.

Y así otra vez te abrazaré fuerte, mi amor, fuerte contra el pecho.
Y si te caes, me caeré contigo, que me muerda la muerte a mi primero,
te regalo el todo y la nada, los hilos de una costurera desquiciada,
la tinta de una letra malhablada, la sílaba decadente que se juega la vida por nada.

Pero ni se te ocurra, no lo vuelvas a hacer nunca...

... no me pidas la rosa que no te tengo.

D.







sábado, 23 de octubre de 2010

Pena, mucha pena.

Qué pena, qué pena y qué pena.
Advertir tanta belleza jodida por la desfachatez y el ronroneo del "arte de ser un fantasma".
Qué pena, qué pena y qué pena.
Verte caer hacia abajo, de la ilusión al ilusionismo.
Qué pena. Oírte hablar.
Qué pena. Ser lo que eres.
Qué pena. Solo eso. Qué pena.

Qué bien saludarte desde lejos, y compartir como mucho, la miseria de ser humano.

D.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Y le dijo la lumbre que sofoca al viento:


"se acabaron las prisas, los celos, la patada en el vientre,
las brujas, el canto, la copla, el olor a septiembre,
se acabaron las gotas de invierno, el frío retal de tu frente,
el beso, el juego el "te quiero"... las ganas de verte."



Y le dijo el viento alumbrado:

"si la brisa retornara y le diera la mano a tu corazón,
si la prisión de tus pulmones amaneciera un día sin aforo
si te quitaras la vida de vez cuando para sentirte mejor
y abrazaras la oscuridad que se esconde e
n ti,
nunca dejarías de amar al viento que te promete amamantar a la luna..."

Al final del día, la lumbre si quitó la vida, y el furtivo viento de los hombres, ésos que saben dar la mano y dar besos en los párpados, apagó todas las luces de los sueños y las flores.

... y se hizo la noche...


D.

domingo, 10 de octubre de 2010

In my own sentimental mood

Océano Pacífico para los amigos.
Para mi, un mar de existenciales pensamientos que enmudecen mi recuerdo.
Fin de semana de cuento completo e historia remota, paso por agua la lluvia, bebiendo del vaso roto.
Y el invierno que prefiere el bochorno obsoleto de mi desolación caduca, al perro que ladra en la ventana de la casa que no tengo. La habitación vacía de tanto mueble...

... y el mejor libro del mundo entre ceja y ceja, pera releerlo cuatro veces por segundo.

D.


martes, 5 de octubre de 2010

T'estimo.

Cuando hablo, cada consonancia que se apoya en mi voz quebradiza se refiere a algo que no me pasa.
Cuando hay un pasaporte de vuelta en cada brida que cierra permanentemente mi deseo, hay una intención que se queda sin respiración y se ahoga... y ni las flores azules le consuelan.
Cuando te quiero y me rompes el corazón hay menos océano en el agua y apenas me importa lo que ocurre fuera de mi casa.
Cuando la apetencia manda al corazón, el enojo a la razón y la neurastenia a las tripas... solo quiero llorar... o comprarme unas botas de piel.

D.