sábado, 14 de noviembre de 2015

Opaco.

La razón aprisionada en el pulmón. 
No queda versatilidad en el orden de mis palabras, porque la prisión es dolor, y el dolor es.

Mundo hueco. Veladas están las esferas de cada individuo, de cada sino.
Busquemos el riesgo,  busquemos el daño. Si no hay herida no soy.
Y por mucho que lo pretendamos, nadie es sin su herida, y ninguna foto del día me demuestra lo contrario.
Soy ajena a las preguntas y a las conversaciones de la política, los mítines izquierdistas apestan a humedad,  y los otros, o los unos, o los "algunos" (que se ha puesto muy de moda) sencillamente apestan.

Y nada es sin su herida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario