domingo, 25 de noviembre de 2012

Quizás pretendiera ser una de esas mañanas en las que el entre vuelo soñador da el comienzo de un nuevo día.
 No pretendas invitarme a un gintonic por mi inquina.
Ya no valen los placeres momentáneos de saliva.
No me quieras solo un poco al mediodía.
Tócame la canción de Palestina,
y recuerda que soy Sol de noche y ola de mar extinguida.
Y por dios... deja de fumar algún día,
pero perece intranquilo en la antesala de la vida... ami lado... vida mia.

D.

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