Y claro.
E imagina que de pronto tal instante cimbreara en el balance de cada parada y diera lugar a que cada una de estas personitas tan anónimas como insignificantes te miraran a la vez.... dirigieran sus horripilantes pupilas en plena midriasis con estupor y furia hacia tu objetivo, y que a la vez que presionaras el "clic" (que ya no es clic sino un pentaprisma digital que simula que la foto aún no está hecha hasta que no se torna a dilatar) por fin comprendiera que fue un maldito juego, un maldito engaño, un puta mentira... (ui... "qué soez" piensas).
Y claro.
De repente te das cuenta (otra vez) de que ya está. Desapareció el dolor en la rodilla.
- "qué tal tu rodilla"
- "bien" (ries) "el problema nunca estuvo en la rodilla".